David Gillanders termina su último proyecto fotográfico, retratar las duras condiciones de vida de los niños que malviven en las calles de Odesa.
David Gillanders es un fotógrafo escocés nacido en Glasgow. En su juventud entrenó duramente para ser boxeador, pero a los 16 decidió dejarlo cansado de recibir golpes en la cabeza. Ya por aquel entonces, Gillanders quedaba hipnotizado al observar las imágenes de los carteles de boxeo y, aunque había decidido no subirse más a un ring, el joven no quería separarse de la atmósfera que envolvía aquel deporte.
David Gillanders es un fotógrafo escocés nacido en Glasgow. En su juventud entrenó duramente para ser boxeador, pero a los 16 decidió dejarlo cansado de recibir golpes en la cabeza. Ya por aquel entonces, Gillanders quedaba hipnotizado al observar las imágenes de los carteles de boxeo y, aunque había decidido no subirse más a un ring, el joven no quería separarse de la atmósfera que envolvía aquel deporte.
Por ello decidió regresar al los clubs con una cámara en mano y retratar todo lo que veía. A partir de este momento, Gillanders comenzó a profesionalizarse, hasta que en 1999 consiguió dedicarse totalmente a la fotografía. Desde entonces no ha dejado de capturar por todo el mundo los ambientes más diversos.
Uno de sus trabajos más notables es el que le ha llevado hasta Ucrania, donde Gillanders está desarrollando un proyecto fotográfico que pretende retratar las duras condiciones de vida de niños y jóvenes sin hogar. Dentro de este proyecto, cabe resaltar su último reportaje, centrado en un grupo concreto de adolescentes sin hogar que malviven en un sótano de Odesa (Ucrania).
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